¿Puede ser el emprendimiento una alternativa?
Todo el mundo se ha preguntado alguna vez si su trabajo le hace feliz. La respuesta a esa pregunta es puramente emocional: uno siente, si es feliz o no con lo que hace, pero también responde de forma manifiesta a nuestro sistema de valores. Hay quien prefiere la seguridad económica, otros los grandes desafíos, otros la estabilidad de un trabajo rutinario, el trabajo en equipo o la independencia y libertad.
Es un camino que normalmente no es una línea recta, en el que debemos asumir que podremos dar un tímido paso adelante, después dos atrás y luego un par de vueltas en círculo.
Cambiar de rumbo profesional no es una decisión que llegue de repente y con la máxima claridad, debemos escucharnos, ir poco a poco y perder el miedo, incluso el miedo a equivocarnos, que es uno de los más paralizantes.
¿Puedes cambiar tu rumbo profesional a los 40 años?
Hoy en día en varios países la edad es un uno de los factores que genera dificultades en muchos aspectos, especialmente en el terreno laboral, y por tal razón se hace más cuesta arriba conseguir una oportunidad laboral. La mayoría de las empresas requieren para desempeñar el trabajo a personas de menos de 30 años.
Llegando a los 40, lo más normal es sentirse «viejo» para encontrar un nuevo puesto, especialmente si supone un giro en la profesión a realizar y más aún con los tiempos que corren. Pero si lo pensamos fríamente, a esa persona aún le quedan 25 o 27 años más para seguir trabajando y puede llegar a hacerlo de una forma más productiva.
¿Qué debemos seguir para perder el miedo al cambio de profesión?
- Inspecciona lo que te gusta, llegando a los 40 seguramente tienes claro que trabajo NO quieres desempeñar. Valora a qué te gustaría dedicar tus horas de trabajo durante los próximos 25 años. Insisto en la palabra “gustaría”, ya que seguramente llevas años trabajando por obligación y quizás va siendo hora de trabajar en algo que te guste.
- Fórmate en el ámbito laboral seleccionado: Apúntate a cursos de especialización, preferiblemente que contengan prácticas, ya que en futuras entrevistas de trabajo podrán valorar esa formación práctica como experiencia. Hoy en día se puede hacer casi toda la formación a través de internet, así que ya no es tan difícil poder acceder a los nuevos conocimientos.
- Empieza una búsqueda activa de trabajo: Puedes hacer tu jornada y al llegar a casa ponerte a enviar currículos como un/a loco/a. Recíclate también en aspectos que puedan ser importantes como los idiomas o el manejo de las nuevas tecnologías. Podría irte bien hacer algún curso sobre cómo redactar un curriculum atractivo o hacer cartas de presentación.
- Atrévete con tu propio negocio: Si tienes claro lo que quieres desempeñar pero no consigues ninguna empresa que te dé la oportunidad, quizás puede llegar el momento de lanzarte a la piscina y montar tu propio negocio. Hay sitios en los que asesoran de forma gratuita a nuevos emprendedores y ayudan con la creación del proyecto. Valora pros y contras y persigue tu sueño.
“el barco está más seguro cuando está en el puerto, pero no es para eso que se construyeron los barcos”.
Paolo Coelho
Recuerda: nada cambia si no cambiamos nada.
Fuentes consultadas:
Especialista en Reclutamiento y Selección, Consultora en Desarrollo Organizacional.
Más de 20 años de experiencia en reclutamiento, selección, capacitación, formación y bienestar del Talento Humano en diversas organizaciones.