Teletrabajo: mucho más que trabajar en pijama

Es un espacio en el que el empleado tiene todas las garantías laborales y tecnológicas. Aunque no muchas empresas lo saben, el teletrabajo está lejos de ser una modalidad informal.

Los teletrabajadores se clasifican en autónomos porque utilizan su propio domicilio o un lugar escogido para desarrollar su actividad profesional, móviles son los que no tienen lugar de trabajo establecido y suplementarios son aquellos que laboran dos o tres días a la semana en su casa y el resto del tiempo lo hacen en una oficina.

Teletrabajo

El teletrabajo mejora la productividad del empleado. Un empleado que trabaje en su casa dos días y medio a la semana ahorra en gasolina y desgaste de su vehículo, evita el tráfico de la ciudad y a su vez lo descongestiona, evita contaminación del ambiente.

El teletrabajo tiene derecho a un salario justo, y establece la obligación al empleador de entregar todas las herramientas tecnológicas para que el trabajador pueda realizar su labor de manera cómoda; es el caso de un puesto de trabajo, comunicaciones, conexión a internet y programas informativos.

Lo más difícil es el cambio cultural, los empresarios deben cambiar la concepción de oficina; el trabajador va a tener mayor independencia en su tiempo y en su manera de realizar la labor contratada.

Lo que dicen en España sobre el Teletrabajo

Según fuentes en España, se realizaron encuestas en donde uno de cada tres personas teletrabaja en pijama, confiesa que le gusta hacerlo y no le importaría seguir. Al 80 % le gusta el teletrabajo y el 93% quiere mantenerlo.

Los empleados consideran que sus rutinas han cambiando en gran medida. Lo que más gusta de esta modalidad es evitar los desplazamientos (86%), aprovechar más el tiempo (63%) y madrugar menos (51%), poder comer comida casera (31%) y curiosamente un 6% de los encuestados confiesan que una de las cosas que más les gusta es la posibilidad de poder recibir pedidos online cómodamente en su propio hogar.

Sin embargo no todo gusta en el teletrabajo. Las personas señalan que echan de menos socializar y el ambiente de oficina, la falta de desconexión mental y la dificultad para finalizar la jornada laboral.

Los empleados han incorporado a su rutina, fuera del horario laboral, durante la crisis sanitaria el gusto por la cocina, pasar más tiempo con la familia, practicar más deporte, ver series de películas y leer más.

Fuentes consultadas: